Hong Kong es sin duda una de nuestras ciudades favoritas de Asia. Ofrece la mezcla perfecta de cultura asiática e infraestructura occidental. Siendo uno de los centros financieros y comerciales de la región, la ciudad de 7 millones de habitantes cuenta con más de 50 hoteles de cinco estrellas. Esta vez elegimos el Four Seasons Hong Kong para nuestra estancia de tres noches en la ciudad asiática que nunca duerme.
Hong Kong, que recibió más de 60 millones de visitantes en 2014, presume de una tasa media de ocupación hotelera del 90%. Hong Kong es muy popular entre los chinos continentales, que vienen a comprar en una de las muchas tiendas de lujo de la ciudad. Pero la ciudad tiene mucho más que ofrecer que solo ir de compras y nuestros cuatro días no son suficientes para explorarlo todo.
A nuestra llegada al aeropuerto internacional de Hong Kong nos recibió un empleado del Four Seasons que nos llevó directamente de la puerta de embarque a inmigración con un buggy de golf. Después de pasar inmigración, nos ayudó con nuestro equipaje y nos llevó rápidamente a un Mercedes-Benz Clase S con wifi gratuito y toallas de refresco. Aunque este servicio no es gratuito, merece la pena, sobre todo después de un largo vuelo desde Europa o Estados Unidos.
Tras un pintoresco trayecto de 40 minutos en coche, llegamos al Four Seasons, en la isla de Hong Kong. Situado en el emblemático International Finance Center (IFC) de Hong Kong, la torre hotelera de 45 plantas está acompañada por dos rascacielos y un centro comercial. Se inauguró en septiembre de 2005 y es la única propiedad Four Seasons que opera en Hong Kong. El personal es muy amable y siempre está dispuesto a ayudar. El registro se hizo cómodamente en nuestra habitación y, aparte de una vez que un grupo grande hizo el registro de salida, nunca tuvimos que esperar en recepción ni en conserjería.
Ubicación
Hong Kong está formada por una península y varias islas. En total, la antigua ciudad estado comprende más de 260 islas, de las cuales la isla de Hong Kong es la más popular para vivir, trabajar y salir de fiesta. Situada al otro lado de la bahía de la península de Kowloon, es el corazón comercial y nocturno de Hong Kong. El Four Seasons está situado en el distrito financiero conocido como "Distrito Central". El centro comercial IFC Mall y muchas de las principales marcas de lujo de Hong Kong están a un paseo del hotel. En las inmediaciones también hay cientos de restaurantes y bares, por lo que se puede decir que la ubicación no podría ser mejor tanto para los adictos a las compras como para los turistas.
Sin embargo, lo mejor del Four Seasons son las vistas intactas de la bahía. Desde la mayor parte del hotel, ya sea desde el bar o desde la piscina infinita, se disfruta de una vista sin restricciones del puerto y los rascacielos de Kowloon.
Habitaciones
El hotel dispone de 399 habitaciones, 54 de ellas suites. Vale la pena señalar que el hotel no tiene plantas con los números 13, 14, 24, 34 o 44 porque el 13 y el 4 se consideran números de mala suerte en la cultura china. Asegúrese de solicitar una habitación con vistas al puerto para disfrutar de impresionantes vistas sobre el puerto de Victoria y Kowloon.
Nos alojamos en una habitación Deluxe con vistas al Pico, en el lado de la ciudad, que ofrece una vista panorámica de Hong Kong las 24 horas del día. Algunas de las comodidades estándar son Wi-Fi gratuito, TV LCD de 46 pulgadas con reproductor de DVD, caja fuerte y cuarto de baño con ducha separada y bañera profunda. Todas las habitaciones están acabadas al típico estilo lujoso y confortable de Four Seasons.
Nos gustó especialmente el amplio cuarto de baño y la comodidad de la habitación. El alféizar de la ventana es un lugar agradable para sentarse y simplemente mirar todos los coches y la gente pasando cerca de 40 pisos más abajo.
Comedor
El Four Seasons Hong Kong potencia varios restaurantes y bares. Dos de los restaurantes del Four Seasons Hong Kong tienen estrellas Michelin. Uno de ellos es Caprice, que sirve auténtica cocina francesa. El otro es Lung King Heen, posiblemente el restaurante catonés mejor valorado de Hong Kong. Está dirigido por Chan Yan Tak, que es el primer chef chino en obtener tres estrellas Michelin.
El Caprice Bar está junto al restaurante y es un buen lugar para tomar un aperitivo o un cóctel después de cenar. Junto al vestíbulo de entrada se encuentra el Blue Bar, donde se sirven cócteles clásicos y contemporáneos mientras se escucha música en directo los viernes y sábados. La terraza de la piscina es otro lugar estupendo para comer o simplemente pasar el rato disfrutando de las vistas.
Si se desea degustar comida japonesa, justo al lado del hotel hay un establecimiento de Inagiku, uno de los restaurantes más antiguos de Japón. La decoración combina obras de arte de estilo Edo con modernas creaciones japonesas sobre un fondo marrón y dorado.
Instalaciones y Spa
El hotel cuenta con un gimnasio abierto las 24 horas y se ofrecen clases regulares de Tai Chi. Las piscinas al aire libre del hotel abren de 6.00 a 22.00 todos los días y son el lugar perfecto para pasar el rato entre visitas turísticas y compras. Merece la pena visitarlo.
El Spa cuenta con un salón de vitalidad, salas de vapor y una plétora de tratamientos adaptados a las exigencias de cada persona. Lo único que echamos en falta fue una piscina cubierta, ya que en los días fríos y ventosos puede hacer un poco de frío en la piscina exterior.
Conclusión
El hotel Four Seasons Hong Kong goza de una de las mejores ubicaciones de Hong Kong. Las vistas del puerto Victoria son impresionantes y las instalaciones son impresionantes para tratarse de un hotel urbano. Las habitaciones son muy cómodas, espaciosas y están bien equipadas. El servicio y la oferta de comida y bebida son de un nivel extremadamente alto. En general, hay muy poco que desear en el Four Seasons Hong Kong.
