En nuestra búsqueda de los hoteles y resorts más deseados del mundo, esta vez aterrizamos en Portugal. Aquí analizamos el exclusivo Vila Vita Parc Resort & Spa. Ofrece habitaciones, suites e incluso villas privadas rodeadas de exuberantes jardines a orillas del océano Atlántico.
Vila Vita Parc se encuentra en Porches, en la región meridional de Portugal, en el Algarve. Porches es un pequeño pueblo, a unos diez kilómetros al este de Lagos, conocido por su trabajo artesanal y sus bodegas. Mientras que gran parte del Algarve se ha comercializado debido al floreciente turismo, Porches no. Tiene una cultura muy arraigada y aún no se ha visto abrumada por los visitantes.
Aterrizamos en Faro con un vuelo directo de 3 horas desde Munich. Desde el aeropuerto tardamos unos 45 minutos en nuestro coche de alquiler en llegar al complejo Vila Vita Parc. Al llegar al complejo, nos cautivó su impresionante jardín tropical y su arquitectura morisca. Sólo la majestuosa entrada ya merece una visita.
El complejo abrió sus puertas en 1992 y actualmente cuenta con 84 habitaciones y 86 suites. Forma parte de la alianza Leading Hotels of the World y es de propiedad alemana. El complejo da al océano Atlántico y está construido sobre 54 acres de hermosos jardines. Los huéspedes tienen acceso directo a la playa desde el complejo y, si no le apetece el agua salada, puede darse un chapuzón en una de las cinco piscinas del complejo.
El complejo ofrece desde habitaciones Deluxe hasta una villa de cinco habitaciones. Las habitaciones, suites y villas están repartidas por los jardines, interconectadas por varios caminos. Se utilizan buggies de golf para transportar a los huéspedes, el equipaje y el servicio de habitaciones por todo el complejo. Nuestra habitación estaba situada en el edificio principal y presentaba un estilo moderno y todas las comodidades posibles. Los cuartos de baño son amplios y disponen de bañera y ducha de efecto lluvia. El único punto de crítica menor fue la falta de una toma de corriente y de un interruptor principal para apagar las luces junto a la cama.
La recepción se encuentra en el Edificio Principal, que también alberga el bar, una gran terraza y uno de los ocho restaurantes del complejo. La Residencia y el Oasis Parc están en la cima del acantilado y ofrecen excelentes vistas del océano. La zona de la Residencia se ha renovado recientemente y ahora dispone de veinticuatro habitaciones y tres suites. Las habitaciones se han decorado en tonos beige crema y aguamarina y todas disponen de jardín o balcón. Las suites Townhouse y Residence Grand también se han renovado. La Residencia es ahora la zona más elegante, apartada y tranquila.
De los ocho restaurantes del complejo, el restaurante Ocean es muy popular por su cocina gourmet. Ha sido galardonado con dos estrellas Michelin y está situado en la Residencia, recientemente renovada. Nos gustó especialmente el restaurante Whale, que sirve deliciosa comida italiana con vistas al mar. Más íntimo es Adega, que sirve deliciosos y auténticos platos portugueses. También nos gustó el Aladdin Grill, famoso por sus platos de carne y pescado. Sus interiores están inspirados en Oriente Medio, con cristaleras, preciosas antigüedades y una cocina abierta.
Todos los restaurantes utilizan productos ecológicos y frescos, preferiblemente de la propia granja y viñedo de Vila Vita. Durante nuestra estancia en Vila Vita hicimos una excursión de un día a Lisboa, que está a unas 2 horas en coche. En el camino de vuelta visitamos el viñedo de Vila Vita llamado: Herdade dos Grous. Aquí producen vino blanco y tinto, carne y aceite de oliva. La impresionante granja está situada en 1700 acres de tierra y también tiene varias habitaciones para que los huéspedes puedan pasar la noche. La Herdade dos Grous se encuentra a una hora del centro turístico, de camino a Lisboa. Si alguna vez pasa por la zona, no deje de visitarla para degustar sus vinos o almorzar.
De vuelta al Vila Vita Parc, también probamos otras instalaciones interesantes, como un pequeño campo de golf de nueve hoyos, un centro de deportes acuáticos con una amplia oferta de actividades como esquí acuático y submarinismo, pistas de tenis y voleibol e incluso un yate privado disponible para alquilar. El spa ofrece masajes tailandeses, sauna, yoga, pilates y tratamientos con piedras calientes, entre otros.
Hay muchas cosas que nos gustan de Vila Vita Parc. Los amplios jardines y la gran variedad de restaurantes en un entorno íntimo directamente sobre el océano es algo que rara vez se encuentra en Europa. El personal multinacional es muy amable, cortés y servicial y hacen todo lo posible por recordar tu nombre desde el primer momento. Gracias a los amplios jardines y a la variedad de instalaciones, parece mucho más un hotel boutique que un gran complejo turístico. La música en directo en el bar es un buen detalle y hacía tiempo que no nos divertíamos tanto bailando un miércoles por la noche.
Consejo: Una bodega secreta situada a pocos pasos del edificio principal esconde una de las mejores colecciones de vino de Portugal. Suele estar cerrada, pero si preguntas amablemente pueden enseñártela o incluso organizarte una cena y una cata de oporto en la bodega.
Conclusión
El Vila Vita Parc Resort nos ha dejado boquiabiertos y se encuentra entre nuestros complejos favoritos del mundo. Las instalaciones y el nivel de servicio son una rareza en Europa. A diferencia de muchos otros hoteles de lujo, los precios del servicio de habitaciones, comidas y bebidas y otros extras son también muy razonables.
Las habitaciones son cómodas y las instalaciones excelentes. Con renovaciones paso a paso, la dirección mantiene el complejo al día y se asegura de que siga siendo uno de nuestros favoritos durante mucho tiempo.
