Hace algún tiempo visitamos la capital financiera y cultural de los Países Bajos: Ámsterdam. Gracias a sus impresionantes museos, canales, "coffee shops" y el barrio rojo, la ciudad atrae anualmente a más de 20 millones de visitantes internacionales.
La "Venecia del Norte" cuenta con un floreciente sector hostelero y el Andaz Amsterdam Prinsengracht, un hotel boutique de 122 habitaciones inaugurado en 2012, se convirtió en nuestra morada durante el viaje.
Hotel boutique
Los hoteles Andaz son hoteles boutique de estilo de vida exclusivo de Hyatt. Los hoteles boutique son hoteles relativamente pequeños (menos de 150 habitaciones) situados en un entorno urbano con un alojamiento de lujo. Tienen un aire individualista y la decoración transmite un fuerte sentido del lugar. El término fue acuñado por el empresario estadounidense Steve Rubell en 1984, cuando comparó su primer Morgan Hotel de Nueva York con una boutique. El Andaz Amsterdam cumple todos estos requisitos y, a pesar de su gran número de habitaciones, tiene un aire de boutique.
Ubicación
El hotel Andaz Amsterdam goza de una ubicación perfecta para un fin de semana en Ámsterdam, situado entre dos grandes canales: el Prinsengracht (canal de los Príncipes) y el Keizersgracht (canal de los Emperadores). El hotel está a unos 30 minutos del aeropuerto de Schiphol y los huéspedes tienen la opción de un servicio de limusina de ida y vuelta al aeropuerto.
Varios lugares históricos y museos como el House de Ana Frank y el Rijksmuseum están a poca distancia del hotel. Su ubicación es ideal, a la vuelta de la esquina de las populares "nueve calles", con sus boutiques, bares y restaurantes, y a medio camino entre el centro turístico, en torno a la plaza Dam, y el centro local, en torno a Leidseplein, que es también un popular barrio de ocio nocturno. El Vondelpark y Museumplein también están a sólo 500 m del hotel.
Como habitante de Amsterdam, me gustó especialmente esta ubicación, ligeramente alejada de la locura turística cerca del barrio rojo y la plaza Dam. Está lo suficientemente cerca como para ir andando, pero lo suficientemente lejos como para vivir la auténtica Ámsterdam. Si vienes a Ámsterdam, asegúrate de hacer un crucero por los canales y, a ser posible, no en uno de esos grandes barcos turísticos con anuncios en 28 idiomas, sino en uno abierto cerca del Rijksmuseum para disfrutar de una visita más personal.
Diseño
El hotel ha sido diseñado por el holandés Marcel Wanders - etiquetado por el New York Times como la "Lady Gaga del diseño". Andaz Amsterdam es la obra más audaz de Wanders hasta la fecha, y la experiencia de vivir en el hotel se describe como "Alicia en Ámsterdam", en referencia al libro de Lewis Carroll Alicia en el País de las Maravillas.
Hay grandes lámparas de araña en la recepción, sillas de respaldo alto y muchos gráficos y papeles pintados en las paredes, inspirados en temas locales y en el legado de la vivienda, que fue biblioteca pública entre 1997 y 2007.
El diseño es atrevido, muy atrevido de hecho, pero hace del Andaz el hotel más cool de Ámsterdam en este momento. Las habitaciones están llenas de pequeños elementos de diseño, desde un par de zapatos de madera en la pared hasta un papel pintado en el inodoro con datos (arti)ciales sobre Holanda.
Habitaciones
El Andaz Amsterdam dispone de 122 habitaciones, entre las que se incluyen habitaciones estándar de 26-33 m2, habitaciones de lujo de 31-36 m2, habitaciones con vistas al canal de 31-34 m2 y suites de 55-57 m2. Nuestra habitación 411 con vistas al canal, situada en la cuarta planta, ofrecía unas vistas espectaculares del Prinsengracht y los edificios circundantes, y disponía de conexión Wi-Fi de alta velocidad, minibar con aperitivos y bebidas sin alcohol gratuitas, televisor LCD de 42 pulgadas con canales internacionales, vestidor y baño abierto con ducha de efecto lluvia.
Los lavabos de las habitaciones han sido pintados por el propio Wanders. Además, en la pared del fondo de cada habitación del hotel hay una imagen fotográfica gigante conocida como "Polaridad conectada". Una polaridad conectada toma dos objetos insospechados y los une para crear una imagen nueva y sorprendente. La imagen de nuestra habitación era una cuchara gigante que se convertía en un pez.
La idea subyacente es que, aunque Ámsterdam es una ciudad muy abierta y tolerante, se enfrenta a varios retos para seguir siéndolo. "Abrazando dos opuestos o dos objetos que parecen no relacionarse y mostrando cómo pueden conectarse para convertirse en un todo único", escribe Wanders en su página web.
La habitación era cómoda e incluso me gustó el cuarto de baño abierto, cosa que no ocurre en la mayoría de los hoteles en los que me he alojado. El inodoro, el armario y la ducha estaban escondidos detrás de una puerta sólida o un espejo para tener un poco de intimidad que todo el mundo valora.
Comedor
El Bluespoon Bar, situado en el vestíbulo del hotel Andaz Amsterdam, es un buen lugar para pasar una velada o tomar un café durante el día. El hotel recomienda encarecidamente probar allí sus "aperitivos típicos holandeses".
Por su parte, el restaurante Bluespoon ha sido descrito como "el corazón y el alma" del Andaz Ámsterdam. Dirigido por el chef Kasper Stiekema, sirve deliciosos sabores europeos con un "toque holandés". El restaurante tiene una cocina abierta y los huéspedes pueden ver de cerca el trabajo de Stiekema y su equipo sentándose en la "Mesa del Chef", que atiende a un máximo de 10 personas a la vez.
Spa y otras instalaciones
El spa ofrece varios tratamientos relajantes y calmantes. La zona de bienestar cuenta con sauna, solárium, duchas de lluvia, zona de relajación, vestuarios con taquillas y dos salas de tratamiento. Los entusiastas del fitness pueden acudir a las instalaciones del gimnasio 24 horas, que cuenta con equipos de alta calidad.
No hay que olvidar que Andaz Amsterdam tiene su propia colección de videoarte con más de 40 obras únicas, de nombres como Ryan Gander, Erwin Olaf y Mark Titchner. Puede verse en el vestíbulo.
Conclusión
El Andaz Amsterdam goza de la ubicación perfecta para pasar un fin de semana o una semana en Ámsterdam. La antigua biblioteca de la ciudad se ha transformado en un paraíso para los amantes del diseño, con un personal amable y habitaciones geniales. Las habitaciones con vistas al canal son luminosas y dan al hermoso Prinsengracht. El bar es acogedor y frecuentado por lugareños y turistas por igual. Una cosa típica de Andaz que no nos gusta demasiado es el nuevo estilo de los mostradores de facturación en forma de tres mesas en la zona de la entrada. Pero eso no estropeó mucho nuestro fin de semana en el Andaz.
